Competitividad y facilidad para hacer negocios en Bogotá
Según autores como Ferrari y Carrero (2011), los que compiten son los productores y las empresas, no los países o las ciudades. Teniendo en cuenta esta premisa, la competitividad de un productor está en función de sus precios de venta y de sus costos de producción y para saber la competitividad en determinado país hay que observar los precios básicos de la economía (tasa de cambio, tasa de interés, salarios e impuestos indirectos, y de las productividades). Aunque las que compitan sean las empresas, las ciudades y regiones se enfrentan por posicionarse como lugares atractivos para invertir, con altos estándares de calidad de vida y un tejido empresarial fuerte. Para lograr esto realizan una serie de reformas que promueven el desarrollo económico y el clima de negocios.
Es por esto que los tres informes que se presentan en esta nota editorial pueden entenderse mejor como índices o ranking de desarrollo institucional, que miden la facilidad para hacer negocios e indirectamente el entorno para la competitividad. Teniendo esta claridad, y aprovechando que esta información fue publicada casi al mismo tiempo,[1] el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá quiso mostrar sus principales resultados y las cosas que aún faltan por mejorar en Colombia y Bogotá. Aunque Doing Business, el ranking de América Economía y el Índice Departamental de Competitividad (IDC 2015), tengan similitudes, son índices con metodologías y variables diferentes, que obliga a que se realice un análisis distinto para cada uno.
Una primera conclusión de la nota editorial, es que los rankings que se presentan muestran la consolidación de Bogotá como un polo de desarrollo de Colombia, con condiciones propicias para la inversión extranjera y el buen vivir en América Latina. Sin embargo, la competencia entre ciudades es cada vez más fuerte y Bogotá podría perder posiciones en los rankings si no sigue haciendo esfuerzos notorios para preservar su clima de negocios.
Colombia retrocede dos escaños en el Doing Business, principalmente por problemas en las categorías ´cumplimiento de contratos y pago de impuestos´. Como Bogotá representa a Colombia en la construcción del informe, podemos compararlo con IDC, y observar que estos mismos indicadores también presentan problemas en la medición nacional. En el Doing Business, en el cumplimiento de contratos Bogotá está ubicado en la categoría 180 (entre 189) y en el IDC como la región más competitiva dentro de los 25 departamentos. Así mismo, la carga tributaria para las empresas en Bogotá obtiene la peor calificación para los departamentos, donde en Doing Business ocupa la casilla 136 a nivel mundial.
La nota editorial presenta los datos del informe Doing Business, donde se analizan los resultados de Colombia con respecto a los 189 países analizados y con respecto a los países latinoamericanos. Después se muestran los resultados del ranking de la revista América Economía sobre la facilidad para hacer negocios, en el cual, por primera vez, Bogotá entra al top 5 de esta medición. Se presenta también un corto análisis del desempeño de las otras tres ciudades colombianas estudiadas por la revista en esta materia. Finalmente se presenta el índice de competitividad departamental, en el cual se destaca el primer puesto que ocupa Bogotá desde 2013 y su desempeño en los tres factores principales del índice: condiciones básicas, eficiencia y sofisticación e innovación. Después del análisis de estos tres importantes informes, se presentan unas conclusiones generales.
Colombia retrocede en el informe Doing Business
El ranking Doing Business[2] pretende medir el clima de negocios desde la visión legislativa, es decir, de cómo los gobiernos regionales, a través de la regulación, incentivan o desincentivan la actividad empresarial en un territorio. Este informe, realizado anualmente por el Banco Mundial, se ha convertido en uno de los índices más consultados por el empresariado y las instituciones del Gobierno, pues da cuenta de la facilidad para hacer negocios y el clima empresarial.
El balance de Colombia en esta materia es desalentador, pues aunque fue reconocido como el país con más reformas de América Latina, retrocedió dos lugares en la clasificación global. A nivel mundial, Colombia ocupa el puesto 54 entre 189 países, cuando en 2015 ocupaba el puesto 52[3]. Los países que obtienen la más alta calificación son en su orden: Singapur, Nueva Zelanda, Dinamarca, Corea del Sur y Hong Kong.
Por componentes, Colombia obtiene buenos resultados en elementos como la obtención de crédito, protección de inversionistas minoritarios y resolución de la insolvencia. Con respecto a la obtención de crédito, este es en el que mejor resultado que obtiene el país y el que impulsa su posición general, pues ocupa el 2do lugar y se mantiene en esta posición desde 2015. Este resultado ha sido influenciado por la adopción de normas como la ley de garantías mobiliarias[4], la cual amplía el rango de activos que pueden usarse como garantía para respaldar un crédito.
Por el contrario, al país no le va muy bien en comercio transfronterizo, pago de impuestos y cumplimiento de contratos. En la primera dimensión, Colombia ocupa el puesto 110 debido a que persisten los problemas en los tiempos y costos tanto para exportar como para importar mercancías. De hecho, los costos de transporte a puertos de Colombia siguen siendo los más altos de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú y México), países con los que comúnmente se compara al país. Con respecto al pago de impuestos, categoría donde Colombia ocupa el puesto 136, los empresarios en el país realizan once pagos, que les toman 239 horas y el 69% de las utilidades de las firmas. Como cosas buenas que ha hecho Colombia para mejorar en este aspecto, está la reforma tributaria de 2012, que introdujo algunas reformas positivas como la disminución de los impuestos sobre la nómina[5]. También la introducción de mecanismos electrónicos para hacer los pagos de las principales obligaciones tributarias. Estos esfuerzos han hecho que, con respecto a 2015, la categoría haya mejorado 14 puestos.
Finalmente, el componente peor clasificado es el de cumplimiento de contratos (puesto 180 a nivel mundial) componente del cual depende la estabilidad jurídica para que los inversionistas permanezcan en el país. En general, resolver una controversia es costoso y toma años. Ejemplo de esto es que a un colombiano le tome 1.288 días hacer cumplir un contrato, mientras que a un ciudadano de Singapur, el primer lugar en esta categoría, le tome entre 6 y 9 veces menos tiempo.
Cuadro 1. Doing Business en Colombia. Ranking por componentes 2015 – 2016
Fuente: Informe Doing Business 2016
Tomando los países de Latinoamérica, Colombia ocupa el 4 puesto, después de México (puesto 38), Chile[6] (48) y Perú (50). La puntuación del Doing Business es de 0 a 100. Mientras Colombia obtiene 70,43 puntos, Bolivia y Venezuela obtienen los puntajes más bajos en América Latina, al obtener 47,47 y 35,51 respectivamente.
En el contexto latinoamericano, el país sobresale en lo referente a facilidad para obtener créditos y protección a los inversionistas minoritarios. En estas dimensiones, Colombia ocupa el primer lugar. Cabe destacar que el segundo lugar lo obtiene en lo referente a manejo de permisos de construcción; y el tercer lugar en resolución de insolvencia y registro de propiedades. El país se rajó en lo referente a cumplimiento de contratos (puesto 31) donde el país que ocupa la primera posición es Antigua y Barbuda.
Sobresale Perú, que sigue manteniendo su segundo puesto en el ranking latinoamericano (sin Chile), destacándose en el tema de registro de propiedades. Sorprende el caso de Brasil, que se ubica en el puesto 20 en el ranking de Latinoamérica y el Caribe. El país que es la mayor economía del hemisferio sur y pertenece a los BRICS[7] no pasó la prueba en manejo de permisos para la construcción, pago de impuestos y comercio fronterizo.
Bogotá ya hace parte del top 5 de mejores ciudades para hacer negocios
El Ranking 2015 de las mejores ciudades para hacer negocios en América Latina, es construido y presentado por la revista América Economía. Esta clasificación latinoamericana se basa en la metodología del Índice de Competitividad Urbana –ICUR– el cual reúne una serie de variables que combinadas permiten calibrar el clima de negocios y la atracción de capital a las urbes. Dentro de la metodología se incluyen variables como marco social y político, dinamismo económico, servicios a las empresas, infraestructura y conectividad física, capital humano, etc.
Cuadro 2. Dimensiones del Índice de Competitividad Urbana (ICUR)
Fuente: América Economía Intelligence
Bogotá ya hace parte de las cinco mejores ciudades para hacer negocios en Latinoamérica, luego de pasar del puesto 6 al 5 en un año. El ranking lo encabezan Miami, Santiago, Sao Paulo, Ciudad de México y Bogotá.
Miami repite el primer puesto y obtiene la mayor calificación posible (100 puntos) en las dimensiones de marco social y político, dinamismo económico, servicios a las empresas y a los ejecutivos, infraestructura y conectividad y poder de marca. Hay que recordar que, aunque desde el punto de vista geográfico, la denominada “capital del sol”, no es una ciudad latinoamericana, si clasifica como tal si se tiene en cuenta el volumen de negocios que realizan las empresas latinoamericanas en dicha ciudad.
Gráfica 1. Ranking de las mejores ciudades latinoamericanas para hacer negocios 2015
Fuente: América Economía Intelligence
El buen resultado de la capital colombiana, se debe al buen puntaje obtenido en las categorías poder de marca (94,26) y capital humano (85,35). También se destaca el desempeño del marco social y político, así como el dinamismo económico, cuyos indicadores superaron los 70 puntos. El poder de marca resulta de una “encuesta sobre negocios y calidad de vida en las ciudades de América Latina” aplicada en mayo de 2014, cuyos resultados se ajustan a un indicador de percepción basado en noticias transcurridas entre 2012 y 2013.
Con respecto al capital humano, dimensión del ICUR que hace referencia a la acreditación y cuantificación de la oferta educativa superior, formación universitaria vinculada a los negocios y la innovación, subió 13,68 puntos debido, según la revista, a la mejor posición de sus universidades, el afianzamiento de la importancia de sus MBA y la mayor cantidad de revistas indexadas universitarias en América Latina en la base de datos Scielo. Los servicios a ejecutivos, también presentan un aumentó de 10,23 puntos.
El posicionamiento de la capital colombiana como una ciudad con buen clima de negocios es el resultado de un proceso que incluye la consolidación social y económica de la ciudad, lo cual se evidencia en el positivo crecimiento económico, que de hecho es superior al del país, menores tasas de desempleo, mayores esfuerzos para tener educación de calidad y el empeño que se ha reforzado en estos últimos cuatro años de ser una urbe ambientalmente sostenible, llevando a cabo acciones que preparen a la ciudad ante el cambio climático.
La categoría con la peor puntuación es infraestructura y conectividad, que además de obtener el menor puntaje (53,67), cae 26,46 puntos con respecto a 2014. Bogotá, y en general el país, sigue presentando rezagos en movilidad terrestre, marítima y aérea de personas y de carga.
Medellín, Cali y Barranquilla, ciudades colombianas que también son medidas en el ranking, mejoran su posición con respecto a 2014, donde la que más aumenta escaños es Cali, al pasar del puesto 29 al 21 en 2015. El contexto de esta importante mejora por parte de la capital del Valle del Cauca, está dado por los logros y reconocimientos que vienen desde el año pasado y que favorecieron la buena imagen para el 2015. La escogencia de la capital vallecaucana como sede del mundial de ciclismo en pista, el reconocimiento del Financial Times como una de las 10 mejores ciudades latinoamericanas para atraer inversión extranjera y ser escogida por IESE Business School de la Universidad de Navarra como la ciudad más inteligente de Colombia por sus avances para atender problemas de inseguridad, contaminación y el lento movimiento automovilístico a través de tecnologías de la información, contribuyeron a que los empresarios poco a poco vean una cara más amable de esta ciudad del suroccidente, pese a sus altos índices de criminalidad.
Medellín mejora mucho en la categoría de capital humano (sube 8,39 puntos), mientras Cali y Barraquilla mejoran en servicios a ejecutivos (12,03 puntos y 14,96 respectivamente), categoría que se refiere al acceso a servicios bancarios y a la calidad de los servicios básicos como los hospitalarios, hoteles, restaurantes y educativos para menores de edad.
Bogotá, la región más competitiva de Colombia
La última medición que se quiere abordar en esta nota editorial y que da cuenta de la competitividad y la facilidad de hacer negocios al interior del país, es el Índice Departamental de Competitividad, construido por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario. Este índice tiene tres dimensiones, diez pilares y 90 indicadores.
Cuadro 3. Dimensiones y pilares del índice departamental de Competitividad
Fuente: Índice Departamental de Competitividad 2015
Según este informe, Bogotá medida como departamento por su condición de Distrito Capital, es la región más competitiva de Colombia con 8,13 puntos (de 10 posibles) y ostenta esta posición desde 2013. Los resultados para 2015 muestran que Bogotá obtiene 9,61 en la dimensión de sofisticación e innovación, 8,21 en eficiencia y 6,99 en condiciones básicas.
Aunque se mantiene en el primer puesto, la dimensión de condiciones básicas pasa de 7,22 a 6,99. Los mayores puntajes al interior de la dimensión se dan en infraestructura (8,41), tamaño de mercado (9,75) y salud (8,14).
Aunque al interior del pilar infraestructura todos los resultados no son buenos (ejemplo de esto es que Bogotá ocupa el último puesto en red vial primaria pavimentada por cada 100 mil habitantes y el puesto 23 en porcentaje de vías pavimentadas en buen estado), la ciudad ocupa los primeros lugares en cobertura de acueducto y energía eléctrica, costos de transporte terrestre a mercado interno, pasajeros movilizados vía aérea y población conectada por este medio. También en los indicadores de infraestructura de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
El menor desempeño se presenta en instituciones (4,82) donde la ciudad ocupa el puesto 16 entre 25 departamentos. Esto se debe a problemas en la facilidad para hacer cumplir los contratos, la poca cantidad de jueces en la jurisdicción ordinaria y administrativa por cada 100 mil habitantes; así mismo, un indicador que obtiene el promedio de calificaciones de eficacia, requisitos legales, capacidad administrativa y gestión, ponderada por la población del Distrito.
En la dimensión de eficiencia, Bogotá aumenta 0,2 puntos. Esta dimensión tiene solo dos pilares y en ambos Bogotá obtiene el primer puesto entre los 25 departamentos. En educación y capacitación, Bogotá saca 9,27 puntos en cobertura en educación superior, que incluye cobertura bruta en formación universitaria, graduados en posgrados y cobertura en formación técnica y tecnológica. No alcanza los 10 puntos por la deserción escolar en educación superior, donde Bogotá ocupa el puesto 24. En dominio de segundo idioma obtiene 10 puntos. En general habría que mejorar también en la calidad de la educación superior, principalmente en la cobertura de instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad (puesto 8).
El otro pilar de la dimensión de eficiencia es la que corresponde a los mercados, donde el desarrollo del sector financiero obtiene puntuación de 10 (índice de bancarización, cobertura de seguros, etc); eficiencia del mercado laboral 7,91, donde desempleo (6,57) y subempleo objetivo (2,96) obtiene los puntajes más bajos. En otros indicadores del pilar, Bogotá se destaca en el número de pago de impuestos por año, y en las consultas y trámites en línea (10 puntos); mientras que la carga tributaria para las empresas, y el grado de apertura comercial, sacan 0 y 4,02 puntos, respectivamente.
Finalmente el factor sofisticación e innovación, que es el que obtiene mayor puntaje de las tres dimensiones, cuenta con los pilares de sofisticación y diversificación e innovación y dinamismo empresarial. Bogotá ocupa el primer puesto en sofisticación del aparato productivo y diversificación de la canasta exportadora y ocupa el décimo puesto en diversificación de mercados de destino de las exportaciones. En el otro pilar, indicadores como el número de revistas indexadas, inversión en ACTI, número de patentes y diseños industriales, tasa de natalidad empresarial y densidad empresarial obtienen puntaje de 10. Los únicos indicadores donde Bogotá no está en primer puesto en la dimensión analizada, aunque su posición no es mala, son investigación de alta calidad (puesto 2) y participación de medianas y grandes empresas (puesto 3), esta última calculada como las sociedades empresariales medianas y grandes como porcentaje del total de sociedades empresariales en la ciudad.
Gráfica 2. IDC, dimensiones y pilares para Bogotá Puntaje y posición entre 25 departamentos. 2015
Fuente: Índice Departamental de Competitividad 2015
El top 5 de los departamentos más competitivos ubica, en el segundo lugar, a Antioquia (6,55), seguido de Caldas (6,06), Santander (5,86) y Valle del Cauca (5,44). Con respecto a 2014, el top 5 es el mismo, a diferencia del puesto 5, donde, en vez de Valle (que ocupaba puesto 7), se encontraba el departamento de Risaralda. Putumayo y Chocó[8] son los departamentos que obtienen la menor calificación en el IDC 2015.
Conclusiones
Aunque a nivel latinoamericano, Colombia ocupa el tercer puesto (sin Chile) en el informe Doing Business, el país retrocede dos lugares en el ranking global. Por lo tanto, se debe realizar más y mejores reformas en cumplimiento de contratos y pago de impuestos, dimensiones donde obtiene los peores resultados (puesto 180 y 136 respectivamente).
En cuanto al ranking sobre las mejores ciudades para hacer negocios, por primera vez, Bogotá aparece en el grupo de las primeras cinco ciudades. El mejor resultado de la capital se da en poder de marca y el peor en infraestructura y conectividad física, dimensión del ICUR que también presenta bajo desempeño en las otras ciudades colombianas analizadas. Medellín, Cali y Barranquilla, aunque están en posiciones más bajas en el ranking (puesto 15, 21 y 29 respectivamente), van mejorando su facilidad para hacer negocios con el paso de los años.
El IDC, que a diferencia de las anteriores mediciones, se autodenomina índice de competitividad y mide principalmente desarrollo institucional, involucra variables como el desempleo, seguridad (tasa de homicidios, secuestro y extorsión), nivel de capacitación laboral, infraestructura de transporte y TIC, fortaleza del sistema financiero, entre otros. Aunque Bogotá ocupa el primer puesto en competitividad con respecto a los 25 departamentos analizados, sus mayores dificultades se encuentran en los pilares de instituciones (4,82), medio ambiente (5,31) y educación básica y media (6,07). Este índice reafirma que el Distrito Capital presenta unas características y ventajas especiales que la convierten en polo de desarrollo del país, evidenciando las grandes disparidades regionales (supera a Antioquia en 1,58 puntos) en materia de población, PIB, participación en la riqueza nacional, etc.
Referencias:
América Economía Intelligence (2015). Ranking 2015, las mejores ciudades para hacer negocios en América Latina. Recuperado de: http://rankings.americaeconomia.com/mejores-ciudades-2015/ y http://rankings.americaeconomia.com/mejores-ciudades-2015/?page_id=19
Banco Mundial (2015). Doing Business 2016: Measuring regulatory quality and efficiency. Recuperado de: http://espanol.doingbusiness.org/~/media/GIAWB/Doing%20Business/Documents/Annual-Reports/English/DB16-Full-Report.pdf
Banco Mundial (2015). Doing Business 2016: Measuring regulatory quality and efficiency. Economy profile 2016 Colombia. Recuperado de: http://espanol.doingbusiness.org/data/exploreeconomies/~/media/giawb/doing%20business/documents/profiles/country/COL.pdf
Ferrari, C y Carrero, D (2011). Cuaderno de desarrollo económico 14: Competitividad, conceptos y medición en Bogotá. Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá. Pag. 5 Recuperado de: http://observatorio.desarrolloeconomico.gov.co/directorio/documentosPortal/Cuaderno14.pdf
Jiménez, F. (2015, octubre, 28). Colombia retrocede dos puestos en el Doing Business del Banco Mundial. Periódico El Colombiano. Recuperado de: http://www.elcolombiano.com/colombia-cae-del-puesto-52-al-54-en-escalafon-del-banco-mundial-DF2997849
Redacción. (2015, octubre, 26). Lo bueno y lo malo de Colombia en el Doing Business 2016. Revista Dinero. Recuperado de: http://www.dinero.com/actualidad/articulo/resultados-colombia-facilidad-para-hacer-negocios-segun-doing -business-2016/215268
Universidad del Rosario & Consejo Privado de Competitividad (2015). Índice Departamental de Competitividad 2015 Recuperado de: http://www.compite.com.co/site/wp-content/uploads/2015/11/CPC-IDC_2015-2016.pdf
[1] El informe Doing Business y el IDC 2015 se publicaron en octubre de 2015. El Ranking América Economía en diciembre del mismo año.
[2] Fecha de corte: 1 de junio de 2015
[3] Los datos del Doing Business 2015 se actualizaron a la nueva metodología, por este motivo Colombia ocupa el puesto 52 mientras que en el ranking publicado el año anterior, con la metodología antigua Colombia estuvo situada en el puesto 34. De esta forma, con la metodología actual se hacen comparables ambos años.
[4] Ley 1676 de 2013
[5] Se descuenta a las empresas el 8%, del 12% sobre el salario, que es el costo de la salud del empleado, cuando su ingreso es inferior a 10 salarios mínimos
[6] Chile está clasificado como una economía de altos ingresos de la OCDE por lo cual no hace parte de las mediciones de América Latina.
[7] Acrónimo de una asociación económico - comercial de las cinco economías nacionales emergentes más importantes del mundo. Significa Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
[8] Estos departamentos fueron recientemente incluidos para la medición 2015, junto con Caquetá.
Según autores como Ferrari y Carrero (2011), los que compiten son los productores y las empresas, no los países o las ciudades. Teniendo en cuenta esta premisa, la competitividad de un productor está en función de sus precios de venta y de sus costos de producción y para saber la competitividad en determinado país hay que observar los precios básicos de la economía (tasa de cambio, tasa de interés, salarios e impuestos indirectos, y de las productividades). Aunque las que compitan sean las empresas, las ciudades y regiones se enfrentan por posicionarse como lugares atractivos para invertir, con altos estándares de calidad de vida y un tejido empresarial fuerte. Para lograr esto realizan una serie de reformas que promueven el desarrollo económico y el clima de negocios.