Crecimiento económico regional
Economías con mayor crecimiento
En el primer grupo se encuentran los departamentos de Putumayo (23,5%), Meta (11,1%), Cauca (10%), Risaralda (7,7%), Nariño (6,9%), Vaupés (6,2%) y Santander (6,1%).
El crecimiento de (23,5% y 11,1%) de Putumayo y Meta es explicado por la actividad de explotación de minas y canteras, específicamente por la extracción de petróleo crudo. El resultado sobresaliente del Cauca se debe, principalmente a construcción (48,5%), explotación de minas y canteras (42,7%) y al sector agropecuario (13,5%). La primera explicada por la construcción de edificaciones, dado el aumento en los metros cuadrados construidos para viviendas, oficinas y bodegas; la segunda como resultado de la mayor producción de oro (40%), y la tercera por el crecimiento significativo del café, actividad que creció 40%, reflejando los esfuerzos que ha hecho el departamento en la renovación de cafetales y ampliación de áreas cultivadas de café.
Risaralda tuvo un crecimiento destacado por la construcción que reportó un aumento de 33,3%, producto de la mayor área causada o construida destinada a Vivienda de Interés Social (Vis). Igualmente, la industria aportó en menor medida al crecimiento del departamento, al registrar una variación positiva de 6,3%. Nariño, igualmente, creció por la actividad constructiva (26,9%), tanto en el componente de obras civiles, como de edificaciones. De la misma manera, el sector agropecuario, aportó al resultado departamental, por el aumento de 25% en la producción de café. Finalmente, la economía santandereana presentó una variación positiva (6,1%), por el mayor valor agregado generado por la construcción, la industria manufacturera (refinación de petróleo) y en general, por tener una economía más diversificada.
Economías con crecimiento medio y bajo
En el segundo grupo se encuentran catorce departamentos, cuyo crecimiento se asocia principalmente al auge de la construcción y al buen comportamiento de la agricultura. Entre estos departamentos se destacan: Magdalena, Caldas, Caquetá, Vichada, Bolívar, Casanare, Norte de Santander y San Andrés, con tasas superiores al 5%.
En el tercer grupo se encuentran aquellos departamentos cuyo crecimiento fue inferior al promedio del país (4,7%). Las mayores tasas las registraron Valle (4,4%), Córdoba (4%), Tolima (4%) y Bogotá (3,8%). Por el contrario, departamentos como Guajira, Cesar, Arauca y Chocó, presentaron variaciones negativas o cercanas a cero de 0,3%, -0,3%, -3,5% y -7,8%, respectivamente. En el caso de Chocó, la caída se explica por la disminución en la producción de oro; Arauca por la menor dinámica del petróleo, que representa el 61,4% de su valor agregado departamental, mientras que los resultados de Cesar y la Guajira se asocian al comportamiento del carbón, lo cual muestra que a este sector minero-energético no le fue bien.
Vale la pena resaltar algunos aspectos sectoriales que incidieron en estos resultados del año 2013:
• El auge del sector de la construcción en Colombia (12%), explicado básicamente, en edificaciones, por el aumento en la construcción vivienda (VIS y no VIS), y algunos destinos no residenciales (oficinas y bodegas). Las economías más beneficiadas con este crecimiento fueron: Antioquia, Valle del Cauca Meta y Bogotá. Por su parte, las obras civiles aportaron de manera importante al crecimiento de Santander, Antioquia y Valle del Cauca.
• La actividad cafetera para el año 2013 presentó un crecimiento de 26,9%, siendo la tasa más alta de esta actividad en la serie disponible 2000-2013, beneficiando el crecimiento total de los departamentos como Antioquía, Huila, Tolima y Nariño.
• La extracción de petróleo creció 7,8% en el país, explicada principalmente por el auge registrado en el Meta, dada la preponderancia que ha adquirido este departamento, al pasar de representar el 9% de la producción petrolera en 2000 a explicar cerca de la mitad en el agregado nacional.
• La extracción de carbón registró una variación negativa de 4% en Colombia, producto, en gran medida de las huelgas en la Drummond y el Cerrejón. Este resultado afecto el crecimiento de los departamentos carboníferos (Cesar y La Guajira).
• En la extracción de minerales metálicos, el país registro una tasa negativa de 4,2%, explicada por la disminución del oro en los departamentos de Choco y Antioquía y el ferroníquel en el departamento de Córdoba.
• La industria cayó 1%, afectando el crecimiento de las tres principales economías del país: Bogotá, Antioquía y Valle del Cauca.
¿Qué ocurrió en Bogotá?
Durante el año 2013 la economía bogotana creció 3,8% respecto al año anterior. De las siete grandes ramas económicas de la ciudad, cinco presentaron variación positiva, destacándose: comercio, reparación, restaurantes y hoteles (5,5%); Transporte, almacenamiento y comunicaciones (5,3%) y establecimientos financieros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas (5,2%). Por el contrario, las grandes ramas de actividad que presentaron variaciones negativas fueron la industria manufacturera (-2,4%) y la construcción (-3,4%) (Cuadro 1).
A su vez, al analizar los resultados con un mayor nivel de desagregación (rama de actividad), los sectores que más aportaron al crecimiento de la economía en Bogotá, fueron intermediación financiera; administración pública y comercio. Por el contrario las actividades que restaron al PIB de la ciudad fueron obras civiles y algunas actividades industriales, principalmente la producción de químicos (medicamentos), lo mismo que a las menores exportaciones de jabones y detergentes. Igualmente, las actividades de ediciones registraron una baja dinámica como resultado de la más baja producción de libros.
Si se compara el crecimiento de Bogotá, respecto al total nacional se evidencia que aquellos sectores que no están presentes en la ciudad, como son la agricultura y la minería, son los que más inciden en la diferencia entre la ciudad y el país. De la misma manera, mientras que la construcción crece en Colombia 12%, en la capital se registra una disminución (Cuadro 2).
La participación de Bogotá en el total nacional en el año 2000 era de 26,5%, en el año 2005 de 26,6% y en el año 2013 de 24,7%. Esta “pérdida” de participación, se ha dado también en las principales economías del país (Valle y Antioquia) y se explica por el “boom” de la locomotora minera en los últimos años y la ganancia en participación de los departamentos mineros. Efectivamente, mientras que los departamentos “petroleros” en 2000 participaron con el 6,5% del total nacional, en 2013 dicha proporción asciende a 9,6%. A manera de ejemplo, el departamento del Meta triplicó su participación en estos 13 años. Caso similar ocurrió con los departamentos productores de carbón (Cesar y La Guajira, principalmente) (Cuadro 3).
Región Bogotá-Cundinamarca
El crecimiento promedio de Colombia en la serie 2000-2013 fue de 4,3%, Bogotá 4,5% y Cundinamarca 4,6%. Al considerar en conjunto el valor agregado generado por las economías de la capital y el departamento de Cundinamarca, la participación asciende a cerca de la tercera parte del PIB nacional (Cuadro 4).
La región que integran Bogotá y Cundinamarca se han destacado en los últimos 13 años en ser unas de las economías más importantes, al contar con unas estructuras productivas diversificadas con alta generación de valor agregado en el total nacional; incluyendo el sector agropecuario, pues Cundinamarca participa con el 10,6% del país, convirtiéndose en el segundo departamento en importancia (cuadro 5).
Producto interno bruto por habitante
El PIB per cápita de Bogotá entendido, como la división del valor agregado generado por su economía, entre el número total de personas que viven en la ciudad , fue de $22.735.038, superior al del país que se situó en $15.007.654, superándolo en $7.727.384. Tan solo 3 departamentos superan a Bogotá en el producto interno bruto por habitante: Casanare ($46.006.278); Meta ($45.619.335) y Santander ($25.545.682), economías todas asociadas a la refinación del petróleo. Esto último se refleja en el hecho de que si a estos departamentos se les descontara la actividad petróleo su PIB per cápita se reduciría sustancialmente (Gráfica 3).
Conclusiones y perspectivas
Se espera que para el año 2014 la brecha del crecimiento de Bogotá y Colombia se cierre, teniendo en cuenta que esta brecha ha estado asociada a la producción de petróleo y que de acuerdo con los últimos datos sobre contabilidad nacional disponibles para el país a segundo trimestre de 2014, el sector primario creció muy por debajo de sus históricos y ya se empieza a reflejar el efecto en la minería, por la baja de los precios internacionales de los hidrocarburos. En este sentido el valor agregado generado por la locomotora minera y el boom de los hidrocarburos, además del buen comportamiento de la agricultura, ha hecho que algunos departamentos hayan venido ganando importancia dentro de la economía nacional. No obstante, la desaceleración de las grandes economías mundiales ha afectado el precio de las “commodities”, especialmente productos de extracción minera como el oro. Igualmente, los precios internacionales de algunos productos agrícolas y especialmente el petróleo vienen creciendo a menores tasas que los años anteriores.
Efectivamente, los precios del petróleo han mostrado fuertes correcciones a la baja durante octubre de 2014, perdiendo varios dólares solo en este mes, comparado con su valor pico en el mes de junio, por encima de los 100 dólares, evidenciando la desaceleración en el sector en el año 2014, y con fuertes implicaciones en la economía colombiana.
Los resultados mostrados anteriormente, señalan la necesidad en Colombia, de políticas económicas y públicas que permitan reducir las enormes brechas económicas entre las regiones. Para lograr esto, lo primero es hacer un buen diagnóstico y una buena radiografía de la economía de los departamentos, de ahí la importancia de tener estrategias encaminadas a fortalecer el sistema estadístico departamental, regional y de ciudades, que permitan entender las particularidades de las estructuras económicas y sectoriales del PIB en cada uno de los departamentos y municipios del país.
El contar con buena información y análisis sobre la situación económica de los departamentos contribuirá para el diseño e implementación de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los habitantes de las diferentes regiones del país. En este sentido, el Observatorio de Desarrollo Económico (ODE) de Bogotá ha venido promoviendo la discusión, sobre la relevancia que tienen los registros administrativos de distinta índole como fuente importante de información para ir consolidando un sistema estadístico regional y de ciudades, a un bajo costo. Esta propuesta consiste en generar la cultura y obligatoriedad en todas las entidades nacionales y locales que generen registros administrativos en su quehacer diario, para que estandaricen y codifiquen estas bases de datos y las dispongan de manera pública, bajo la coordinación y lineamientos técnicos del DANE.
De acuerdo con el último informe publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) con los resultados del Producto Interno Bruto para los departamentos de Colombia y Bogotá, correspondiente al año 2013 . La capital del país sigue siendo la principal economía del país con una participación dentro del PIB nacional de 24,7%, seguido por Antioquia con 13,1%, Valle del Cauca con 9,3% y Santander con 7,4%. Es importante anotar que las cuentas departamentales calculadas por el DANE se miden por el método denominado centralizado o descendente, el cual consiste en distribuir el total nacional entre los 32 departamentos de Colombia y Bogotá D.C., a partir de diferentes indicadores del comportamiento del nivel de actividad económica de cada uno de estos departamentos y van en total coherencia con los agregados nacionales. De acuerdo con estos resultados, las seis primeras economías del país concentran el 65,4% del producto interno bruto del país, lo que refleja las disparidades económicas en el territorio nacional (Gráfica 1). El crecimiento de la economía colombiana para el año 2013 fue de 4,7, explicado principalmente por las actividades construcción (12%), agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (5,5%) y actividades de servicios sociales, comunales y personales (5,3%), la industria manufacturera presentó una variación negativa de -1,0%. Este panorama general sintetiza las disparidades en el crecimiento regional, donde se pueden distinguir varios grupos de departamentos, donde los resultados económicos están influenciados por múltiples fenómenos que van desde el precio internacional del petróleo, el “boom†de la construcción y de las obras de infraestructura, hasta la situación cafetera y el precio externo del oro (Gráfica 2). Para efectos analíticos se agrupan los departamentos en tres segmentos: aquellos de mayor crecimiento (superior a 6%); un segundo grupo conformado por economías que registraron un aumento entre el promedio del país e inferior al 6% y finalmente aquellos departamentos con variaciones menores al promedio del país.