Bogotá entre las diez mejores ciudades para hacer negocios en América Latina
Bogotá entre las diez mejores ciudades para hacer negocios en América Latina
Bogotá continúa su proceso de consolidación como principal centro industrial, de servicios, financiero y de negocios del país; y como una de las ciudades con gran potencial emergente en el concierto latinoamericano y mundial. El reciente informe de América Economía1 resalta la fortaleza de la economía bogotana y sus avances en competitividad, resaltando el capital humano de la ciudad como uno de los factores clave de su desarrollo.
La capital de los colombianos completa una década sostenida de avances, al pasar del puesto 16 en 2003 al octavo lugar en 2012, convirtiéndose así en una “metrópoli exitosa”2, cuyas fortalezas se reflejan en áreas como la provisión de servicios, la atracción de inversión extranjera, la calidad de su capital humano y los avances en infraestructura y conectividad.
Al analizar las ciudades con movimientos más notables en el ranking lo que excluiría las ciudades que a lo largo de la década han ocupado los tres primeros lugares, Miami, Santiago y Sao Paulo se observa que Bogotá se ubica entre las cuatro ciudades latinoamericanas con mejor desempeño en la década, al lado de ciudades como Lima, Ciudad de Panamá y Quito, que también abandonaron en un lapso relativamente breve los últimos puestos de la tabla. En sentido contrario, ciudades como Curitiba y Monterrey, que a comienzos de la década estaban en los primeros puestos del ranking, hoy han descendido un buen número de puestos en el índice de competitividad urbana que calcula América Economía (gráfico 1).
Entre las fortalezas que identifican a Bogotá, según este estudio, se encuentran su infraestructura y conectividad física, superando a ciudades como Santiago de Chile y Río de Janeiro, y situándose cerca de Buenos Aires. Otras fortalezas importantes son el poder de marca de ciudad (5º puesto); capital humano (7º), a la par de Miami y muy cerca de Buenos Aires, así como servicios a los ejecutivos (6º).
El éxito de Bogotá en la década pasada ha sido una combinación virtuosa del auge de la actividad económica de servicios y la revitalización acelerada de una zona industrial metropolitana, que han vuelto fuertemente atractiva a la ciudad-región. El crecimiento importante de los servicios no ha sido exclusivamente de aquellos tradicionalmente más visibles en la ciudad, como son las telecomunicaciones y los servicios financieros, sino también de aquellos que constituyen la avanzada de los servicios a nivel mundial: servicios BPO3 (tercerización de procesos contables, financieros y de negocios a escala internacional); servicios de centros de atención de llamadas o call centers; servicios de animación digital y de diseño; servicios relacionados con la industria de software y con el apogeo minero-energético y, en general, todos los procesos de terciarización industrial que ha vivido la ciudad en la última década.
Para completar estos ejemplos ilustrativos de metrópoli exitosa, el Global Cities Index4, de 2012, ubica a Bogotá como la única ciudad emergente de América Latina con alto potencial de desarrollo, al lado de las cinco ciudades más industrializadas de China (Beiging, Shangai, Guangzhu, Shenzen y Chongqing), señalando textualmente que, gracias a sus avances en infraestructura y a la reducción de la corrupción y de su inestabilidad política, se posiciona como la única ciudad no asiática con alto potencial de desarrollo global.
¿Qué hay de común entre estas ciudades chinas y Bogotá? El informe señala que estas ciudades emergentes se orientan al fortalecimiento de dos dimensiones importantes en las ciudades globales: la pujanza de su actividad económica y el capital humano, lo cual refleja la capacidad de estas ciudades para atraer, retener y generar flujos globales de ideas, capital y población. Aunque Bogotá, según el informe, enfrenta algunas vulnerabilidades relacionadas con la contaminación medioambiental, la inestabilidad política y algunos niveles de corrupción, ellas son bastante inferiores a las que registran en la actualidad otras ciudades como Buenos Aires o Ciudad de México.
El gran salto que está proponiendo la Bogotá Humana es desde la perspectiva de un desarrollo económico amigable con el medio ambiente, en donde los seres humanos sean el centro de la política de desarrollo. Ello permitirá consolidar los éxitos notables de Bogotá, convirtiéndola no solo en una de las ciudades globales latinoamericanas con alto potencial de desarrollo, sino que también posibilitará mitigar las vulnerabilidades que se ciernen sobre la ciudad en materia medioambiental, y disminuir los riesgos de la corrupción e inestabilidad política, factores que se encuentran entre las causas del declive de las ciudades globales.
Bogotá continúa su proceso de consolidación como principal centro industrial, de servicios, financiero y de negocios del país; y como una de las ciudades con gran potencial emergente en el concierto latinoamericano y mundial.