Descenso en precios de los alimentos frescos impactan inflación de Bogotá
Para julio los precios de los alimentos en Bogotá presentaron un descenso de -0,25%; situación que obedeció a la mayor oferta de productos frescos desde las zonas productoras de Cundinamarca, Santander y los Llanos Orientales. Este fenómeno, que incluyó a la arveja, el plátano, la papa y los huevos, influyó en el consumo de los bogotanos de ingresos altos y bajos, y a su vez, en la inflación de la capital que fue –0,08%.
La inflación año corrido responde al mayor gasto en educación
La inflación año corrido hasta julio de 2012 para Bogotá fue 2,23%. La cifra es inferior a la registrada para el mismo período del 2011 (2,71%), pero superior a la reportada para el mismo período en el país (1,98%). El comportamiento de la inflación año corrido en la capital se caracterizó por la variación en los precios de grupos. La fluctuación más alta (5,46%), se encontró en el grupo de educación, que contribuyó en 0,41 puntos porcentuales (p.p.) lo que equivale al 18,51% de la inflación total del distrito (2,23%). La inflación de este grupo fue superior en 0,51 p.p. a la registrada para el mismo periodo en 2011 (4,95%). Este alza en la educación se debió a incrementos en el valor de las matriculas de los colegios calendario B y las instituciones de educación superior cuyos pagos tienen lugar en esta época del año.
El segundo grupo con las variaciones más altas en sus cotizaciones fue el de salud (3,94%), esta situación obedeció a un mayor uso de los servicios médicos de las EPS y ARS, lo que implicó el pago de las cuotas moderadoras. Los alimentos, por su parte, reportaron la mayor contribución (0,83 p.p.) en el total de la inflación de Bogotá, con una variación en los precios de 3% debido a los incrementos en las cotizaciones del arroz, las pastas alimenticias, la naranja, el tomate de árbol y la carne de res. Por el contrario, los grupos de comunicaciones y vestuario presentaron las menores variaciones con 0,45% y 0,15%, respectivamente. Este último se explica por un menor gasto en compra de ropa y calzado por parte de la población bogotana de altos y bajos ingresos.
Mayor oferta de alimentos frescos para julio
La inflación en Bogotá llegó a -0,08% en julio, mientras que en el país fue -0,02%. De acuerdo con el Dane, la capital ocupó el puesto veintiuno con el IPC más bajo entre las 24 ciudades evaluadas a escala nacional. A Julio de 2011, el distrito registró una inflación de 0,10%; lo que refleja una caída de 0,18 p.p. durante el mismo periodo en 2012. Al analizar los gruposde gasto que presentaron las mayores variaciones negativas en sus precios, se encuentran los alimentos (-0,25%), transporte (-0,23%) y comunicaciones (-0,08%). El gasto en alimentos registró una contribución de -0,07 p.p. sobre la inflación total de la capital para julio. Este dato responde al comportamiento a la baja de los subgrupos de ‘hortalizalegumbre’, ‘tubérculos-plátanos’ y ‘lácteos, grasas y huevos’. Entre los alimentos frescos que más bajaron de precio se encontraron la arveja verde en vaina, el plátano, la papa y los huevos. En el caso de los alimentos procesados, disminuyeron las cotizaciones de los aceites y grasas. En cuanto a los huevos, el comportamiento se explica por una mayor oferta desde las zonas productoras de Cundinamarca y Santander. La papa también presentó un abastecimiento suficiente gracias a los cultivos de Antioquia, Norte de Santander y el altiplano cundiboyacense.
El grupo transporte mostró una variación negativa en sus precios de -0,23%. Este comportamiento se vio influenciado por el subgrupo de ‘transporte personal’ (-0,44%). En este subgrupo se observó un descenso en la compra de vehículos y una disminución en los precios de los combustibles y artículos para automóviles como las llantas. Por otra parte se encuentra que registraron variaciones positivas los grupos de diversión (0,36%) y otros gastos (0,24%). El primero se debió a un mayor consumo de servicios relacionados con diversión y turismo, propio de la época de vacaciones. El segundo fue efecto del consumo de bebidas alcohólicas como la cerveza. Por otra parte, la inflación 12 meses (agosto de 2011 - julio junio de 2012) para Bogotá fue 2,72%. Esta cifra es inferior en 0,82 p.p., a la registrada en el mismo período del año 2011 (3,54%). Para Colombia, la inflación anual fue 3,03%, lo que implica una diferencia de 0,31 p.p. frente a la inflación de la ciudad (2,72%). En el caso de la capital, la inflación estuvo atada a la variación de los precios de los grupos de educación (5,53%), salud (5,05%) y alimentos (3,59%). Mientras que el gasto en diversión registró variaciones negativas (-3,08%).
Los bogotanos de menores ingresos gastan en el pago de matrículas
La inflación año corrido 2012, para los bogotanos de menor ingreso fue 1,92%, mientras que para el promedio de la población de la ciudad fue 2,23%. En Colombia para este mismo grupo poblacional y durante el mismo periodo de tiempo, la inflación fue 2,05%. En ciudad capital el aumento en el costo de vida de la población de menores ingresos se explicó por la mayor variación de los precios en el grupo de educación (4,11%), con una contribución de 0,26 p.p. Este comportamiento respondió al pago de las matriculas en educación superior y cursos no formales en el aprendizaje de un oficio. En el caso de los alimentos, los precios fluctuaron 2,25% con una participación de 0,76 p.p, acontecimiento que obedeció a incrementos en las cotizaciones de alimentos procesados como el arroz, las pastas, la harina de maíz, el café, el chocolate y frutas frescas como la naranja y el tomate de árbol. En contraste, el grupo diversión registró variaciones negativas (-0,94%).
El costo de vida para los bogotanos de menores ingresos durante julio fue -0,15%, tasa inferior en 0,07 p.p. a la del promedio de la ciudad (-0,08%), e incluso 0,25 p.p. por debajo del dato registrado para el mismo periodo y tipo de población durante el año anterior (0,1%). Por su parte, las variaciones de los precios en los grupos alimentos (-0,2%) y vivienda (-0,23%), jalonaron el comportamiento de los precios de la población de menores recursos. Esta situación respondió a una mayor oferta de alimentos como papa, arveja, huevos y leche; mientras que en el grupo de vivienda se explicó por una caída en los precios de la energía eléctrica y el gas. Los grupos que registraron variaciones positivas fueron: vestuario (0,33%) por un mayor gasto en pañales, y educación (0,03%) como consecuencia de la compra de textos educativos y cuadernos.
Inflación de bienes y servicios regulados y transables
La inflación sin alimentos para el mes de julio de 2012 en Bogotá fue -0,02%, cifra superior a la inflación promedio de la ciudad (-0,08%). Para los bienes y servicios regulados, la variación en las cotizaciones en julio fue -0,82%, cifra menor en 0,71 puntos porcentuales a la reportada para el mismo periodo de 2011 (-0,11%). Esto obedeció a las menores cotizaciones del gasto básico en energía (-3,13%), gas (-1,43%) y combustibles para vehículos (-1,44%). Los bienes transables en julio registraron una variación de 0,08%. Esta variación se debió a los cambios en los precios de los gastos básicos como menaje para el hogar, artículos deportivos y televisores.
Para julio los precios de los alimentos en Bogotá presentaron un descenso de -0,25%; situación que obedeció a la mayor oferta de productos frescos desde las zonas productoras de Cundinamarca, Santander y los Llanos Orientales. Este fenómeno, que incluyó a la arveja, el plátano, la papa y los huevos, influyó en el consumo de los bogotanos de ingresos altos y bajos, y a su vez, en la inflación de la capital que fue –0,08%.
• La inflación a julio de 2012 para Bogotá fue -0,08%, mientras que la reportada para Colombia fue -0,02%. • La inflación año corrido a julio de 2012 en el Distrito Capital fue 2,23%, cifra inferior a la registrada para el mismo período del 2011 (2,71%). • El gasto en educación (5,46%) aumentó tanto para los bogotanos de ingresos altos como bajos, por el pago de matrículas. • Para julio en Bogotá, el grupo de transporte registró una variación de -0,23%, como consecuencia de un descenso en los precios de los combustibles y una menor compra de vehículos.