La asociatividad como estrategia para el fortalecimiento productivo de Bogotá.
La asociatividad como estrategia para el fortalecimiento productivo de Bogotá.
La asociatividad es un enfoque que reconoce la importancia estratégica del trabajo conjunto entre personas y empresas, ya que en desarrollo de esta se fortalecen los lazos de solidaridad, de cooperación y de confianza para el logro de un objetivo común que en el caso empresarial es mejorar la gestión, la productividad y la competitividad.. Usando la definición que hace Ramón Rosales se trata de “un mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, en donde cada empresa participante, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente colaborar en un esfuerzo conjunto con los demás para la búsqueda de un objetivo común”.
De acuerdo con las necesidades y los objetivos perseguidos, la asociatividad abarca formas tan variadas como las redes de cooperación, las cadenas productivas, los clústeres, las redes verticales y horizontales, las alianzas estratégicas (joint venture) y las formas cooperativas de economía solidaria. Cada una de estas formas se constituye con fines diversos como son generar economías de escala, favorecer la apropiación de conocimientos y de tecnologías (know-how), generar mayor poder de negociación, crear posibilidades de acceder a bienes y servicios, compartir riesgos, disminuir costos, penetrar nuevos mercados, impulsar la innovación, entre otros.
Sin embargo, más allá de la forma que adopten, el énfasis de un proceso asociativo debe estar en la identificación de un objetivo compartido que, soportado en la creación de capital social, permita coordinar acciones para generar soluciones colectivas. En el caso de las Mipymes, esta estrategia colectiva se ha constituido en un requisito básico para la sobrevivencia, así como en una posibilidad de desarrollar ventajas competitivas, en un escenario de liberación económica, desregulación y competencia. El pequeño empresario puede beneficiarse de las interacciones con sus pares a partir de sinergias: es más fácil que una empresa sobreviva si se asocia con otras.
La situación actual de las empresas colombianas y, en particular de las bogotanas, caracterizada por bajos niéveles de productividad y competitividad, exige que el gobierno nacional y los entes territoriales formulen e implementes políticas dirigidas a la generación de procesos asociativos, como una estrategias para el fortalecimiento empresarial. Actualmente existen diferentes lineamientos de política en esta materia, entre los que se encuentran:
- La política nacional de asociatividad, desarrollada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ha estado dirigida hacia el fortalecimiento de cadenas productivas regionales a través de la asesoría, el acompañamiento, la consolidación de proyectos asociativos, la articulación público-privada-academia y la formación de gestores y articuladores en las regiones. En este orden de ideas, la política pública nacional ha puesto énfasis en el fomento de los clústeres, como forma de impulsar la competitividad de las empresas en virtud de la cercanía geográfica.
- Por otro lado, el Conpes 3639 de 2010, referente al tema de la economía solidaria, plantea una serie de estrategias destinadas a profundizar la política de desarrollo empresarial para el fomento y la protección del sector, mediante la implementación de las siguientes estrategias: i) regulación para el desarrollo empresarial, a través de la creación de la Comisión Intersectorial del Sector de la economía solidaria (creada mediante el decreto 4670 de 2010); ii) ajuste institucional del sector para el desarrollo empresarial; iii) simplificación y racionalización de los trámites para el registro y la supervisión de la forma solidaria; iv) prevención del uso inadecuado de las cooperativas y pre-cooperativas de trabajo asociado, mediante el establecimiento de un régimen sancionatorio y el impulso del establecimiento del contrato-realidad como respuesta a la tercerización laboral; v) optimización de los esquemas de regulación y supervisión para la prestación de servicios financieros; vi) facilitación para el acceso a instrumentos de fomento y, vii) fortalecimiento del suministro de información y estadísticas del sector.
- A nivel territorial, en el caso concreto de Bogotá, se destaca Política Pública de Competitividad, Productividad y Desarrollo Socioeconómico en donde la asociatividad se plantea como una estrategia central para el fortalecimiento productivo de la ciudad, el cierre de brechas entre pequeñas y grandes empresas y la formalización laboral y empresarial. Para el logro de estos objetivos, se resalta la importancia de impulsar: i)cadenas productivas, aprovechando las ventajas de la aglomeración; ii) promover la construcción de redes tecno-económicas; iii) articulación entre pequeñas y grandes empresas y, iv) promover empresas asociativas de economía solidaria, modernas y democráticas, competitivas, con altos niveles de productividad e integración, avanzadas tecnológicamente, innovadoras y transparentes, de tal manera que se constituya en una verdadera alternativa de convergencia de las unidades económicas.
En el marco de estas políticas, es necesario avanzar en una propuesta integral de asociatividad. Desde Bogotá estamos generando propuestas que requieren la confluencia de actores del nivel nacional, los empresarios, la academia, el sector público y privado y demás agentes que hagan de esta apuesta una realidad para el fortalecimiento productivo de la ciudad.