La inversión en el distrito capital
Es importante crear un ambiente macroeconómico estable y fluido en Bogotá que les permita a los agentes económicos nacionales y extranjeros a tomar decisiones acertadas de invertir en la capital, como también residir y visitar. Al mismo tiempo, el distrito capital debe fortalecerse financieramente cada vez más, con el concurso y la avenencia de los ciudadanos, por medio de unas contribuciones que sean suficientes para emprender los proyectos más importantes que garanticen un futuro próspero para el Distrito Capital. A este financiamiento regular de la ciudad se han sumado las utilidades de sus empresas que han sido rentables, lo cual ha permitido complementar y ampliar los programas sociales y ejecutar las inversiones para el aumento de la productividad y la riqueza de la ciudad.
Como es conocido desde Adam Smith, son los aumentos de productividad los que están en la base de un sostenido crecimiento económico, que por lo general viene acompañado de un mayor nivel de empleo. De esta manera, el crecimiento puede contribuir a disminuir la pobreza en el Distrito Capital, aunque la política fiscal nacional y, en menor medida, la local incide en redistribuir el ingreso: si el gasto social es suficiente y se aplica con eficiencia puede contribuir a mejorar la calidad de vida
y los ingresos de los sectores pobres del país. Sin embargo, Bogotá no es autónoma: las tendencias macroeconómicas nacionales mantienen su influencia sobre la inversión y el ahorro que se puedan desplegar en la ciudad, mientras que la posición fiscal del gobierno nacional y sus propias necesidades de financiamiento pueden afectar el financiamiento de la inversión de la ciudad capital.
El endeudamiento del Distrito es bajo y debe contar con la anuencia del gobierno nacional para aumentarlo, lo cual podría apalancar ciertas inversiones claves que deben tener una alta rentabilidad social. En este sentido, se requieren unas finanzas sanas y sostenibles, de unos ingresos crecientes en el tiempo que logren, junto con las transferencias que se reciben del gobierno nacional, y las utilidades de las empresas del Distrito, apoyar programas de inversión a gran escala que promuevan el crecimiento a largo plazo de la capital y de su región circundante.
La mayor ventaja con que cuenta Bogotá es su capital humano que surge de la concentración de las mejores universidades del país y, dentro de ellas, de un buen número de científicos, ingenieros, administradores y cientistas sociales, con los cuales se podría buscar una mayor integración empresa-universidad que ya cuenta con algunos comités operativos.