¿Cómo le fue a la economía bogotana? 2013
El 2013 deja un balance positivo en materia económica para la ciudad, gracias al impulso de actividades como el comercio y los servicios, que jalonaron el crecimiento del Producto Interno Bruto de la Capital, con un crecimiento de 3.4% en lo corrido entre enero y septiembre de 2013. Por su parte, en Colombia el crecimiento de 4.3% continúa siendo jalonado por las tradicionales locomotoras del crecimiento: la minero-energética; la agrícola y la locomotora de la construcción.
La capital, sin embargo ofrece un panorama económico bastante diferente a lo que ocurre en el país. En principio, por que dos de las principales locomotoras del crecimiento en Colombia no hacen parte de la estructura económica de la capital (minería y agricultura); y en segundo lugar porque, contrario a lo que ocurrió durante el 2013 en el país, en Bogotá el sector de la construcción registró un crecimiento negativo provocado por una baja inversión en obras civiles.
Pese a ello, Bogotá se destaca en materia de calidad en el crecimiento, debido a que los sectores que impulsan la economía capitalina estos son: comercio y serviciospoco dependen de los vaivenes de la economía mundial; y si en cambio dependen de la dinámica del consumo interno, que en los últimos años ha estado impulsado por la expansión de la clase media capitalina y sus repercusiones en el consumo de bienes durables, ocio y servicios de entretenimiento.
Por último, los logros alcanzados en materia de calidad y cantidad de empleo, son evidencia de que la dinámica económica de la capital se sustenta en actividades que generan eslabonamientos a escala tanto en el empleo como en la producción Lo anterior hace pensar que los resultados obtenidos en 2013 serán sostenibles en el mediano plazo, por lo cual las perspectivas de crecimiento para 2014 son positivas.
La importancia de contar con información económica completa, oportuna y periódica, radica en que de ello depende la buena gestión de un gobierno, en la medida en que dicha información sea utilizada como insumo para detectar posibles necesidades de política y/o intervención, a la vez que se utilizan como herramienta para juzgar el éxito o fracaso de una política económica existente.