Crisis financiera global: realidades e impactos sobre la economía nacional y de Bogotá
Hasta hace poco más de un año, cualquier pronóstico sobre el posible advenimiento de un apretón financiero y de una subsecuente crisis desencadenadora de una recesión global correspondía solo a visiones apocalípticas, como quiera que los indicadores económicos de corto y mediano plazos de las economías más desarrolladas hacían impensable una crisis de grandes proporciones. Sin embargo, los componentes ocultos de la crisis hipotecaria se hicieron evidentes día tras día y durante el primer trimestre de 2008 los principales mercados bursátiles empiezan a registrar severos retrocesos en su desempeño.
La ruptura de la burbuja inmobiliaria de finales de 2006, que desencadena la crisis de las hipotecas subprime, puede asociarse temporalmente con la importante reducción en los índices bursátiles observada entre octubre y noviembre de 2007, período en el que se hacen públicos los descubrimientos sobre el grado de contaminación del sector financiero americano a cargo de la componente hipotecaria, la contaminación de este resultado al sistema financiero mundial y la manera como esta cadena de sucesos redunda en una crisis de liquidez que restringe el crédito y que explica la tendencia descendente del mercado bursátil desde entonces.
La caída de los precios de las acciones a nivel mundial –situación que registran los principales índices como el Dow Jones de Nueva York, el FTSE de Londres y el DAX de Fráncfort- se ha constituido en los meses recientes en el comportamiento cotidiano de los mercados bursátiles, consecuencia de la que no escapa Colombia que, como resultado del coletazo de la crisis mundial, registró pérdidas de por lo menos once billones a comienzos de 2008.
Si bien para la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico no ha sido ajeno el análisis de la crisis financiera global desde sus primeras manifestaciones, su agudización e impacto recientes ameritan la valoración de los hechos financieros y económicos más relevantes de los dos últimos años y de sus posibles implicaciones sobre el futuro económico cercano de la nación y de Bogotá.