Caracterización de la economía de la Bicicleta en Bogotá
Desde finales de la década de los setenta dio inicio al exitoso programa de ciclovía recreativa dominical que abrió la senda a una política pública que durante los últimos veinte años de manera sostenida ha permitido construir una infraestructura de 540 kms de ciclorutas, cicloparqueaderos, y especialmente la implementación de una cultura del uso de la bicicleta que a hoy ha logrado que 880.000 viajes equivalentes al 6.6% de los viajes que se realizan en la ciudad sean en este medio de transporte, constituyéndose en la principal ciudad de América Latina en el uso de la bicicleta.
La bicicleta como medio de transporte alternativo en las ciudades contemporáneas ha venido cobrando cada vez más importancia por los múltiples beneficios que representa: ambientales, para la salud, para la solución de la congestión vehicular y últimamente como renglón económico creciente no solo en términos del mercado y empleo asociado a la fabricación y comercialización de bicicletas, partes e insumos, aditamentos, vestuario, sino por nuevos renglones como el biciturismo, bicicletas compartidas, bicitaxis entre otros; sin embargo, tal vez son más relevantes los beneficios colectivos en términos de su contribución a la reducción de emisiones, efectos para el mejoramiento de la salud pública, la movilidad y el ingreso de la población. Cálculos por ejemplo de la European Cyclists Federation (2017) estiman para todo el territorio de la Unión Europea en 513 billones de euros los beneficios anuales derivados de la bicicleta.
En este contexto la Secretaría de Desarrollo Económico a través de su Dirección de Estudios decidió realizar una investigación de carácter exploratorio para caracterizar los efectos económicos del uso de la bicicleta en Bogotá y tratar de tener una visión más comprensiva de la forma en que se desarrolla la actividad económica asociada a la bicicleta y sus beneficios generales sobre la ciudad.
El vehículo particular como referente emblemático del desarrollo industrial del siglo XX, símbolo de estatus económico, dio lugar a su prioridad dentro de la planificación urbana y el desarrollo de las ciudades a una prevalencia del espacio para el vehículo y a su uso como estructurante de las ciudades; grandes infraestructuras, áreas para parqueaderos, desarrollos dispersos transformaron la forma de las ciudades. La crisis energética de los setentas, la ambiental evidenciada desde los noventas han puesto en crisis este modelo y planteado nuevas modalidades de transporte sostenible como la bicicleta. El capítulo uno, explora de manera somera, la evolución que ha conducido a que las políticas internacionales y nacionales den cada vez mayor preponderancia a modelos de movilidad sostenibles.
El capítulo dos, presenta de manera general las cifras que dan cuenta del estado actual del uso de la bicicleta en Bogotá; evidencia el crecimiento sostenido de su uso y de las políticas distritales para la creación de una cultura alrededor de este modo de transporte. Estas cifras son relevantes no solo en términos descriptivos sino que sirven de insumo y soporte para el cálculo de los beneficios económicos asociados y estimados por la investigación.
El tercer capítulo caracteriza la economía de la bicicleta en Bogotá a partir de las fuentes disponibles y de información primaria levantada por la Dirección de Estudios. Inicialmente se presenta una descripción de la cadena productiva asociada a la bicicleta y del comportamiento del comercio exterior asociado a la producción de bicicletas; posteriormente, se caracteriza la dinámica económica relacionada con algunas de las actividades económicas de la cadena productiva en cuanto comercialización y servicios y se hace un estimativo del aporte de la bicicleta al empleo.
Por último, se presentan estimativos generales que permiten tener una primera aproximación a la cuantificación de los beneficios ambientales, a la salud y a la economía de los usuarios.
El resultado final muestra la necesidad de considerar la bicicleta en su cadena productiva como una actividad relevante para la economía de la ciudad; si bien no se cuenta con la posibilidad de obtener cifras desagregadas en muchos sectores económicos, el estudio descriptivo permite inferir la creciente importancia en su aporte al empleo; sin embargo, se demuestra la importancia aún mayor en términos de los aportes que el uso de la bicicleta realiza al medio ambiente en términos de neutralización de carbono, a la salud pública en cuanto reducción de la morbilidad y mortalidad asociadas a la contaminación del aire, al ahorro de los usuarios en términos de gastos y de tiempo.
La investigación deja planteadas las bases para futuras investigaciones que profundicen y afinen las estimaciones aquí realizadas; si bien no se estableció un análisis costo-beneficio, es posible inferir el importante efecto que tienen sobre la economía los recursos invertidos en infraestructura y construcción de una cultura de uso de la bicicleta. Para el efecto, seguir profundizando en el conocimiento de los efectos del uso de la bicicleta y su incorporación en los indicadores de ciudad, permitirá soportar y afinar políticas públicas para su fomento, el cual se traducirá en mejores condiciones de calidad de vida para los usuarios y para la ciudad.
Bogotá es pionera en América Latina en la promoción de la bicicleta como medio de transporte y de recreación.