El costo de vida de los bogotanos en 2014
Con frecuencia, en el trasegar diario ciudadano relucen diversos tipos de interrogantes y reflexiones acerca del mejoramiento de las condiciones de vida, realidades políticas, desarrollos personales, preocupaciones del entorno local, e incluso, del entorno nacional.
De hecho, la mejora en la calidad de vida se ha encumbrado como una de las tantas preocupaciones cotidianas que se circunscriben, a groso modo, en la consecución estable de un trabajo, mejora en el ingreso, mantenimiento armónico del hogar, autosostenimiento familiar, etc. Éste mejoramiento, de hecho, depende en su conjunto de un muchos componentes socioeconómicos, institucionales, políticos, e incluso, del cómo se disfruta el tiempo libre.
En este contexto, el análisis de la economía familiar y el rol de las decisiones a nivel local juegan un papel trascendental al momento de estudiar el progreso personal en un determinado periodo de tiempo, lo que en sofisticados términos se entendería como microeconomía, dado que la familia es entendida como un agente económico que toma decisiones en el mercado. Aunque los criterios de medición de la calidad de vida suelen ser subjetivos en función de los diversos intereses personales, es importante destacar que en el centro de la discusión siempre surge el concepto del costo de vida, que más allá de un análisis de precios e índices conexos, suele ser un concepto determinante en el marco de las decisiones de consumo en el hogar.
El consumo de bienes y servicios en Bogotá depende, en gran medida, del precio y su dinámica. El encarecimiento o no de esta canasta en el año 2014, así como la explicación a los factores determinantes del comportamiento de los precios son en esencia lo analizado en esta nota editorial.
De las mediciones del costo de vida
En el ámbito investigativo existen muchas formas para medir el costo de vida en las ciudades y países, las más frecuentes corresponde a la construcción de índices de precios, encuestas de percepción, medición de salarios, índices de poder de compra, etc. En efecto, existen diferentes mediciones que permiten contrastar el costo de vida de las ciudades, con diferentes metodologías y coberturas, todas permiten en últimas, tomar decisiones macroeconómicas de forma oportuna y en función del bienestar general.
Por ejemplo, solo por nombrar una de estas metodologías, la Consultoría de Inversiones y Banca UBS mide cada tres años el poder de compra y el nivel de salarios en diferentes ciudades del mundo, comparando 72 ciudades en 58 países. Según su último informe de 2012, Bogotá es la tercera ciudad de Latinoamérica menos cara, ocupando el ranking 59 después de Santiago y Lima. Asimismo, éste informe destaca a las ciudades de Oslo, Zúrich y Tokio como las más caras del planeta.
En e plano local, el principal indicador establecido para la medición del costo de vida es la inflación o variación del Índice de Precios al Consumidor- IPC, medido periódicamente por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). El dato de inflación permite medir las variaciones de los índices de precios de los principales bienes y servicios de la canasta básica de consumo de los hogares, en 24 ciudades del país. Además, cada año a partir de esta información se definen los incrementos del salario mínimo; matrículas de colegios y universidades; arriendos y cuotas de administración; peajes; reajustes en seguridad social; entre muchos otros aspectos.
A pesar de que las mediciones del IPC datan aproximadamente de un siglo en el país, a la fecha la más reciente revisión del índice nos presenta una actualización de la canasta familiar acorde a los bienes y servicios que realmente consumen los hogares; efectuada
en 2008 a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, realiza por el DANE entre los años de 2006 y 2007.
El costo de vida en Bogotá
En la metodología de medición del Índice de Precios al Consumidor, cada ciudad mantiene una estructura de gasto de sus principales bienes y servicios en la canasta básica, dicha estructura maneja un sistema de ponderaciones que representan la importancia relativa de cada bien o artículo en el gasto total. Ahora bien, la estructura de gasto de los bogotanos resulta estar definida, en gran medida, por los grupos vivienda y alimentos, los cuales representan en su conjunto el 56,5% del gasto total de los hogares.
Para mayor claridad, el grupo vivienda depende principalmente de aquellos gastos que cubren el pago de arrendamientos1 y servicios públicos, y en una menor importancia relativa la compra de muebles, aparatos domésticos, utensilios, ropa y elementos de aseo.
Por su parte, el grupo de alimentos incluye los principales productos de la canasta básica de los capitalinos, siendo el almuerzo, el gasto básico de mayor importancia en la canasta de consumo. Otros alimentos de importancia en la dieta de la ciudad son, en orden de importancia la carne de res, leche, arroz, pan, pollo, aceites, huevos y papa.
El tercer grupo en importancia de gasto de los bogotanos es transporte, que incluye como gastos principales la compra de vehículos, el combustible, el pasaje de bus y buseta. Los otros grupos analizados en la investigación del IPC son: educación, vestuario, comunicaciones, diversión, salud y otros gastos varios, cada uno con su peso relativo (Gráfica 1).
Otro de los aspectos a destacar de esta investigación es su desagregación por niveles de ingresos de la población. De esta forma, también se realiza la medición del costo de vida para los ciudadanos con ingresos bajos, medios y altos, esto con el fin de observar los impactos de la inflación según los ingresos recibidos por las personas.
En 2014 la inflación en Bogotá fue 3,77%
La inflación en el año 2014 para Bogotá fue 3,77%, superior al registro de Colombia (3,66%) y 1,34 puntos porcentuales más que la registrada en 2013 en la ciudad. Este resultado ubica a la ciudad como la séptima en el ranking de ciudades con mayor costo de vida en el país, superadas por algunas cuyo índice de precios varió por encima del 4% anual. Estas son Bucaramanga (4,32%), Valledupar (4,29%) e Ibagué (4,12%) (Gráfica 2).
En el plano de lo histórico, la evolución del índice de precios en la ciudad ha mantenido un ciclo descendente en las dos últimas décadas, acorde con la política de inflación objetivo definida en el país durante la década de los noventa. No obstante, en los últimos cinco años la inflación muestra un ciclo moderado, manteniéndose en una banda que la sitúa entre el 2% y 3%, resultado influenciado en mayor medida por una política monetaria con metas fijas en el año.
En el año 2014 los principales grupos que contribuyeron a la variación de 3,77% del índice de precios al consumidor en la ciudad fueron vivienda, alimentos y transporte, en esencia, los principales grupos ponderadores del gasto en la ciudad. Siendo más explícitos, la vivienda representó el 30% de la variación total de la inflación de la ciudad, alimentos lo hizo 28,4% y transporte 16,4%.
“Los incrementos en vivienda se deben a los arrendamientos y alzas en servicios públicos”
El gasto en vivienda es el principal grupo de gasto de los capitalinos, en razón de esto cualquier movimiento alcista en los precios de los principales componentes en este grupo afecta de manera trascendental el costo de vida de la ciudad. Como elementos de importancia, los arrendamientos y los servicios públicos fueron los que afectaron en mayor medida el gasto incurrido en vivienda, elementos que se explicaran a continuación.
El gasto en arrendamiento fue el de mayor importancia en el alza de precios en la vivienda, siendo el arriendo imputado3 (variación anual de 2,86%) el de mayor peso relativo dentro de este rubro. Por su parte, el arriendo efectivo presentó una variación de 2,99%. Cuando lo anterior ocurre, existe la percepción en las personas que sus propiedades tienen un mayor valor arrendado de lo que realmente se está pagando en el mercado inmobiliario por las mismas.
También hay que destacar que junto con los arrendamientos, los otros gastos de ocupación de la vivienda, por ejemplo las cuotas de administración, presentaron una variación en el año de 4,27%, lo que indica que los ajustes en las cuotas y del canon de arrendamiento afectaron por parte y parte el bolsillo de los bogotanos.
Un aspecto a resaltar es que el alza en los arrendamientos tuvo diferencias importantes entre los distintos grupos de ingreso de la ciudad. Mientras en los grupos poblacionales de ingresos bajos el arrendamiento ‘efectivo’ representa el 60% de la variación total del índice de precios de la vivienda, en los ingresos altos esta participación es de 16%. En los ingresos altos el mayor peso recae sobre el arrendamiento ‘imputado’, pues son ellos en mayor medida propietarios del inmueble, respecto a los hogares de ingresos bajos.
En 2014 los arrendamientos perdieron participación en cuanto a la contribución de la dinámica de precios de la vivienda, si se tiene en cuenta que un año atrás, los arrendamientos contribuyeron con el 83% de la variación total del grupo, mientras que para este año este porcentaje disminuyó a 50%. En efecto, los servicios públicos ocuparon un lugar preponderante en la determinación del costo de vida de 2014 en la capital, veamos el por qué?
Dentro de los servicios públicos, la energía eléctrica, gas doméstico y el servicio de acueducto, alcantarillado y aseo son los principales gastos de mayor incremento en 2014. Como aspecto a mencionar, el incremento en los precios de este grupo afectó más a los grupos poblacionales de ingresos bajos que a los de ingresos altos.
Para empezar, la energía eléctrica presentó una variación anual de 11,1% en su índice de precios durante todo el 2014. Es así como desde el mes de mayo la energía eléctrica comenzó a reflejar alzas tarifarias en la facturas. Dentro de muchas versiones acerca de lo sucedido, se habló alzas producto de las alertas constantes del fenómeno del niño en el país, situación que no se presentó. Como se observa en la gráfica 3 la tarifa promedio cobrada por CODENSA S.A ESP, encargada de la distribución de la energía en la ciudad, aumentó en el sector residencial, para todos los estratos a partir del mes de mayo.
Otro servicio público que afectó el costo de vida de los bogotanos fue el gas domiciliario.
El índice de precios de este servicio presentó una variación de 14,34% anual, explicado por las alzas observadas en las tarifas a comienzos de año. Entre los meses de febrero y marzo el índice de precios del gas incremento de 15% y allí se mantuvo en el año.
El alza de las tarifas de gas se produce por los reajustes en los cobros que ocurren a inicios de todo año, así como por una mayor utilización de gas para la producción de energía, que lo hace más demandado y lo encarece.
Según reportes oficiales de la Comisión de Regulación de Energía y Gas- CREG-, el cargo básico en Bogotá cobrado en las facturas de gas para los estratos medios a comienzos de año fue $2.619, y en el mes de mayo este valor se incrementó a $2.657, es decir, un aumento de 1,5%. Adicional, para el mismo estrato, los rangos de consumo de 0 a 20 metros cúbicos se cobraron a $899 en enero, y posteriormente en mayo a $1.024, lo que explica el 14% del incremento de la tarifa de gas. Los aumentos también se perciben en los demás estratos.
Como complemento, a inicios de año se presentó un alza el precio del cilindro de gas propano que aumentó 1.6% y quedó establecido en 44 mil pesos (33 Lb). El alza la impuso Ecopetrol a los distribuidores, argumentando aumentos de los precios internacionales del petróleo.
“El almuerzo aumentó como en todos los inicios de año, la papa incrementó 57% sus precios”
Alimentos fue el segundo grupo de mayor importancia en el aumento de costo de vida en la ciudad de Bogotá en 2014. De hecho, nueve alimentos, entre frescos y procesados, representaron el 83% de la variación total del grupo, estos son: almuerzo, papa, frutas frescas, huevos, leche, res, pollo, plátano y legumbre seca4.
Empezando por el más importante, la variación positiva de precios del almuerzo fue la de mayor participación dentro del gasto de alimentos en el año, influenciado por una dinámica que en especial se presenta en los primeros meses con el aumento del precio de los mismos. Aunque es sabido que muchos bienes y servicios aumentan con los ajustes del salario mínimo, en la lógica del precio de los almuerzos y los ajustes en las cartas, prevalecen los cambios por el alza del arrendamiento de los locales y un previsible incremento de las tarifas de servicios públicos. Aunque pareciera una cuestión sencilla de explicar, este fenómeno ha sido poco estudiado dentro de las investigaciones de precios en el país.
La papa es el segundo alimento de importancia en cuanto al alza en el costo de vida en la capital. Luego de cerrar el año 2013 con caídas de precios, paros y una crisis del sector, en el mes de abril y mayo de 2014 este alimento indispensable de la canasta familiar presentó incrementos del 20% y 30% en el índice de precios, y cerró 2014 con un alza de 57%.
Como se observa en la gráfica 4, el incremento durante 2014 se percibió en todas las variedades de papa que ingresaron a la plaza de mercado mayorista de Corabastos. Por ejemplo, la papa pastusa, que inició el año con un valor de $496 pesos el kilo, cerró en diciembre con un valor de $1.009, es decir, solo esa variedad aumentó 103% en el precio calidad corriente.
El incremento de los precios de la papa se empezó a percibir desde el mes de abril. En este mes todas las variedades de papa subieron de precio debido a las bajas recolecciones en las zonas de producción. Según el reporte del sistema de precios del sector, SIPSA, la papa criolla disminuyó la oferta proveniente del altiplano cundiboyacense y el sur del país. Además, la papa capira se vio afectada por la finalización de cosechas en Nariño y el altiplano con una relativa disminución de la oferta. Así mismo, hubo una menor oferta de papa parda pastusa que viene de Subachoque y Zipaquirá. Lo anterior es un reflejo de lo sucedido con este producto.
En declaraciones a la prensa económica, Alejandro Estévez, presidente de la Federación de Productores de Papa –Fedepapa– afirmó que: “entre los meses de enero y julio el precio del bulto de 50 kilos se incrementó en 113%, al pasar de $25.750 a $55.000. La respuesta a esta coyuntura se debió a que el 20% de los productores dejaron de sembrar por la quiebra de 2013, pasándose a otros cultivos como la arveja y la zanahoria”5. Las cifras de producción y área sembrada del gremio así lo confirman. Las proyecciones indican que el área sembrada de 2014 (122.300 has) presentaría una disminución anual de 4% respecto a 2013 (127.400 has), disminución que se acentúa en todas las regiones productoras: Antioquia (-12%), Boyacá (-5%), Cundinamarca (-3%), Nariño (-3%) y Otros (-3%).
Las frutas frescas también presentaron incrementos positivos en 2014, estas frutas, por lo general, son las de mayor consumo en la capital. El año analizado evidencia aumentos de precios en naranja armenia (15%), Limón tahití (6,2%), Aguacate (7,7%) y Mango Tommy (8,8%), entre otras.
Los huevos fueron el cuatro producto de la canasta básica que incrementó en el año 2014, presentado una variación del índice de precios de 9,7% anual. El incremento del precio del huevo afecta de forma considerable el costo de vida de la ciudad, dado que este alimento es un componente básico en la dieta proteínica de millones de bogotanos.
Aunque el precio mayorista de Corabastos no es el referente en el mercado del huevo en la ciudad, por disponibilidad de información, se realiza esta aproximación a los incrementos de precios, mostrando que de enero a noviembre casi todos los tamaños de huevo aumentaron su precio mayorista en más del 30%, incremento que a la postre se traduce en una pérdida real adquisitiva para las familias de la ciudad.
Otro producto necesario en la ciudad también subió de precios, la leche. El incremento de
3,49% en el índice de precios anual de este producto aumentó en función de las regulaciones realizadas por el Ministerio de Agricultura. De hecho, a partir del mes de marzo, mediante resolución del organismo ministerial, la Unidad de Seguimiento de Precios actualizó el precio de la leche pagado al productor para los valores de proteína y sólido, este incremento fue 4,9%. De igual manera, el valor del costo de transporte de leche se incrementó 1,9%, que equivalió al incremento el IPC en Colombia en 2013.
Por último, las carnes presentaron aumento de precios en el año 2014, en especial la carne de res y la carne de pollo, y en menor proporción de cerdo. La carne de res, por ejemplo, tuvo un aumento de 2,3% en el índice de precios, y la carne de pollo 3,49%.
Por desagregación de ingresos, el alza en alimentos impacto más a los ciudadanos de ingresos bajos que quienes tiene un ingreso alto. En términos de pesos relativos, mientras los alimentos pesan el 35% del índice de precios de la ciudad para los ingresos bajos, para los ingresos altos la importancia de la variación de los alimentos es 29%. Las diferencias se explican porque en el 2014 los alimentos que más variaron de precios afectaron más a las poblaciones de ingresos bajos, dado su masivo y recurrente consumo, por ejemplo, papa, tubérculos, hortalizas y frutas.
“Alzas en transporte público afectaron a las personas con ingresos bajos, y alzas en el precio de vehículos a los de ingresos altos”
Transporte fue el tercer grupo de mayor importancia que afectó el bolsillo de los bogotanos en 2014. En éste, para la persona que usa el transporte público, así como para la persona que usa el transporte particular (carro privado) se presentaron variaciones positivas de precios; siendo, el transporte público el que más contribuyó al alza en el coste de vida del año para todo el transporte en general.
El transporte público presentó dos importantes variaciones de tarifas en 2014, la primera en enero y la segunda en octubre. La variación anual del índice de precios en el transporte público fue 7,31%, afectado casi en su totalidad por los aumentos en el transporte urbano.
El inicio de año comenzó con el alza de $50 en el pasaje de buses y busetas y $100 pesos en la carrera mínima de taxis, así lo determinó la Secretaria de Movilidad mediante los decretos 600 y 601 de diciembre de 2013. En este sentido, la tarifa de los buses y busetas de transporte público colectivo que tuvieran más de 10 años circulando por las calles aumentó a 1.450 pesos de lunes a viernes en el día. Para los otros buses, modelos recientes, la tarifa quedó en $1.550 en el día.
Posteriormente, en el mes de octubre se actualizaron las tarifas en el servicio de Transmilenio y SITP. Como se recordará, el Transmilenio y los buses zonales (azules) presentaron un ajuste tarifario de 100 pesos desde el día 22 de octubre, quedando establecido el pasaje de Transmilenio en $1.800 y del SITP zonal $1.500. Sin embargo, a pesar de estas medidas, en Bogotá el pasaje de Transmilenio es de $1.500 en las horas menos congestionadas, y para beneficio de la población con menor puntaje SISBEN la tarifa se mantuvo en $900 y SITP $750. A pesar de las medidas progresivas, en el consolidado general, el alza en el transporte afectó de forma considerable a las personas con ingresos bajos, que son en ultimas los que utilizan en mayor medida este tipo de transporte.
Además, mediante el Decreto 400 de septiembre de 2014 se modificó el valor de la unidad para el servicio de transporte público individual de pasajeros en taxis de $72 a $78, al igual que incrementó la tarifa mínima de $3.600 a $3.900, entre otras medidas de igual consideración. Es decir, los transportadores de taxi tuvieron en 2014 dos incrementos tarifarios en el año.
Por otro lado, para el transporte particular, que presentó una variación de 2,02% anual, todos los gastos conexos tuvieron un comportamiento positivo, tanto el precio de compra de vehículos, así como los gastos para funcionamiento del vehículo. En este particular, la mayor afectación del costo de vida es para las personas de más altos ingresos en la ciudad, usuarios permanentes de estos bienes.
Los vehículos para la venta presentaron un incremento de su índice de precios de 2,2% durante el año, este incremento vino acompañado de constantes aumentos que tuvo el precio de la gasolina mes a mes. El precio del combustible que cerró el 2013 con una valor por galón de $8.360, cerró en diciembre de 2014 con un precio de $8.495, aunque llegó a ubicarse entre julio a septiembre en $8.726 el galón. (Gráfica 6)
Para quienes tienen carro particular, también sintieron el aumento en los servicios de parqueadero (2,56%) y servicios de mecánica (2,59%) que se dieron en 2014. Por otra parte, los pasajes aéreos que en épocas de vacaciones presentan alzas en tiquetes, aumentaron su índice de precios en 8,89% y afectaron el costo de vida para quienes utilizan con frecuencia este tipo de transporte, en especial las personas de más altos ingresos.
“Las matrículas y la pensión afectan el índice de precios en el sector educativo”
El cuarto grupo de importancia en el gasto de los capitalinos es educación. En este grupo los principales aumentos se dan en los meses de enero y noviembre. En enero por el inicio de la temporada escolar y educativa; y en noviembre por el inicio de las matriculas para el próximo año.
El aumento de 4,39% del grupo de educación se vio afectado principalmente por los servicios de enseñanza. Estos servicios de enseñanza son esencia correspondientes al aumento positivo de 5,97% en la pensión de educación básica (sector privado), que afecta en su mayor medida a los sectores de ingresos altos. De igual forma, la matrícula para la educación superior tuvo un aumento de 3,91%, afectando el costo de vida sin distingo de ingresos (altos y bajos).
Conclusiones y perspectivas
A pesar de que hablar del dato de inflación no suele determinar muchas decisiones locales en los hogares del país, el costo de vida si es un factor que determina los ajustes y reacomodos del ingreso del hogar. El ejercicio planteado aquí, detalla que en 2014 los precios de los bienes y servicios de la canasta básica de consumo de un hogar aumentaron considerablemente, sin embargo, casi en todos son bienes y servicios que aumentaron no pueden dejar de consumirse por sus necesidades diarias.
Inició el año 2015 y se empezaron a conocer las nuevas alzas, que para efectos de pronóstico todo indica que las variaciones de precios se mantendrán alrededor del 3%. Para iniciar, la temporada climática de heladas tendrá su efecto en los alimentos básicos, así como el ajuste en arrendamientos de locales se reflejará en los precios de las comidas por fuera del hogar. En el sector vivienda los arrendamientos se ajustaran en más del 3,6% por el resultado de inflación. En el sector transporte, los precios de la gasolina iniciaron con una disminución de $93, algo poco comprensible con la caída de los precios del petróleo. A nivel interno, las busetas, SITP y taxis mantienen las mismas tarifas de cierre de 2014 y en el sector educativo se avizoran alzas y reajustes en las matrículas y pensiones.
Con frecuencia, en el trasegar diario ciudadano relucen diversos tipos de interrogantes y reflexiones acerca del mejoramiento de las condiciones de vida, realidades políticas, desarrollos personales, preocupaciones del entorno local, e incluso, del entorno nacional. De hecho, la mejora en la calidad de vida se ha encumbrado como una de las tantas preocupaciones cotidianas que se circunscriben, a groso modo, en la consecución estable de un trabajo, mejora en el ingreso, mantenimiento armónico del hogar, autosostenimiento familiar, etc. Éste mejoramiento, de hecho, depende en su conjunto de un muchos componentes socioeconómicos, institucionales, políticos, e incluso, del cómo se disfruta el tiempo libre.