Venezuela, retos y oportunidades para la economía bogotana
El comercio internacional entre Bogotá y Venezuela ha experimentado una disminución significativa en los últimos quince años, donde las exportaciones desde Bogotá hacia Venezuela cayeron 95,3 % entre 2008 y 2021.
La reducción de las exportaciones hacia Venezuela afectó más a Bogotá que al país en general, ya que, en 2008, el 37,0 % de las exportaciones bogotanas tenían como destino Venezuela, mientras que las exportaciones desde Colombia hacia Venezuela eran del 16,2 %. Además, el número de productos exportados hacia Venezuela disminuyó en el periodo 2008-2021, mientras que el número de productos exportados al mundo se ha mantenido estable.
Esta nota describe los antecedentes del comercio internacional entre Bogotá y Venezuela, caracteriza la canasta exportadora de la ciudad en el periodo 2008–2021 e identifica los productos con mayor potencial exportador dada la reapertura de la frontera en 2022. Los productos catalogados en automóviles de turismo, transformadores eléctricos, camisetas, automóviles de transporte, autopartes, ropa interior, bisutería, armarios, tejidos de algodón, refrigeradores y vajillas representan una oportunidad de mercado para la ciudad dado que se exportaron a Venezuela en 2008, pero no en 2021 y a la vez fueron priorizados por el Índice de vocación exportadora calculado en la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (SDDE, 2023).
En 2022 se inició un proceso de apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela que ha estado acompañado de una recuperación de las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países. En este contexto, Bogotá tiene la oportunidad de aumentar las exportaciones al vecino país, dado que estas han disminuido sustancialmente desde 2008 como resultado de factores políticos y económicos.
Por un lado, la crisis económica que ha afectado a Venezuela ha influido de forma negativa sobre su comercio exterior. La alta dependencia del petróleo ha generado escasez de divisas y ha disminuido la capacidad de importar bienes y servicios. Esto ha estado acompañado de políticas económicas restrictivas, como el control de la tasa de cambio y de precios, impactando la oferta de productos en el país. Por otro lado, los problemas políticos entre Colombia y Venezuela también han contribuido a la disminución del flujo comercial. Desde hace varios años, los gobiernos de ambos países se han acusado de interferir en asuntos internos y esto ha generado tensiones en las relaciones diplomáticas que se ha manifestado de distintas maneras, entre ellas el cierre de la frontera en 2015.
Además, los asuntos de seguridad han sido un factor importante en las relaciones bilaterales. La presencia de grupos armados en la frontera ha generado preocupaciones en términos del control territorial y a su vez, el contrabando en la frontera ha generado un comercio ilegal que ha afectado la economía de ambos países y a los ciudadanos que residen cerca de la frontera (Fundación Paz y Reconciliación, 2022).
A pesar de los acercamientos de los gobiernos de ambos países para resolver la problemática en la frontera, el cierre se prolongó durante siete años (2015-2022). En algunos casos se intentaron abrir pasos controlados, pero solo con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en octubre de 2022 se inició un proceso de reapertura para un mayor flujo de personas, bienes y servicios.
La reapertura de la frontera de Colombia y Venezuela ofrece oportunidades comerciales y de inversión para sus regiones. Empresas radicadas en Bogotá y sus zonas aledañas pueden explorar nuevas oportunidades de negocios, lo que podría estimular el crecimiento económico de la ciudad, generar empleo y así alcanzar los niveles de comercio observados en 2008.
Bajo el contexto descrito, la presente nota editorial identifica productos de origen bogotano con potencial exportador a Venezuela. Está dividida en cuatro secciones, primero, se presentan los antecedentes del comercio binacional durante el periodo 2008-2021, segundo, se analiza la canasta exportadora de Bogotá después del cierre de la frontera, tercero, se caracterizan las exportaciones hacia Venezuela por Índice de complejidad económica (ICE) y nivel tecnológico y por último, se resaltan los retos y oportunidades para la economía bogotana.
El comercio internacional entre Bogotá y Venezuela ha experimentado una disminución significativa en los últimos quince años. Las exportaciones de Bogotá hacia Venezuela cayeron un 95,3 % entre 2008 y 2021, al pasar de US$ 1.766 millones a US $82 millones, respectivamente (dólares constantes de 2021). Para Colombia, la disminución fue del 95,9 % en este mismo periodo de tiempo. La caída de este flujo comercial se puede analizar en tres periodos que se presentan a continuación.
En el primer periodo, entre 2008 y 2010, se observó una caída de 75,2 % de las exportaciones bogotanas a Venezuela. En 2008, el gobierno de Venezuela cerró la frontera con Colombia como parte de un conflicto diplomático entre los dos países, después de que el ejército colombiano llevara a cabo una operación militar contra un campamento de las Fuerzas armadas y revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano. El gobierno venezolano reaccionó al incidente, y lo consideró como un hecho de suma gravedad y expresó su apoyo al gobierno ecuatoriano. Esta tensión diplomática inició un proceso de deterioro de las relaciones comerciales. Adicionalmente, una disminución del 43,1 % en el precio internacional del petróleo entre 2007 y 2008 (Investing, 2023) y la crisis económica global de 2008 influyeron negativamente en la dinámica comercial de Venezuela.
En el segundo periodo, 2011–2012, las exportaciones bogotanas hacia Venezuela aumentaron 22,6 %. No obstante, la caída del periodo anterior había sido tan profunda que las exportaciones continuaron teniendo niveles relativamente bajos: US$ 495 millones en promedio en el periodo frente a US$ 1.766 millones en 2008. En este periodo, el precio del petróleo (principal producto de exportación de Venezuela) aumentó en 27,6 %, lo que contribuyó a aumentar el Producto interno bruto (PIB) y la demanda del vecino país.
En el tercer periodo, 2013– 2021, se profundizó la caída de las exportaciones bogotanas hacia Venezuela, con una variación de -84,7 %. Para los años 2013 y 2014, la economía venezolana empezó a presentar signos de debilidad con una inflación acelerada y una fuerte devaluación de la moneda. Adicionalmente, el precio del petróleo disminuyó, al pasar de US$ 105 el barril en 2013 a US$ 53 en 2014. En 2015 el comercio bilateral se redujo por efecto del cierre de la frontera entre ambos países tras tensiones en el paso fronterizo. Este cierre tuvo efectos duraderos y se prolongó hasta 2021, lapso de tiempo en que el gobierno venezolano impuso restricciones a la importación de productos colombianos y en el que la crisis económica del vecino país afectó significativamente la capacidad de compra de sus habitantes. La Gráfica 1 muestra los tres periodos de análisis y compara el valor de las exportaciones de Colombia y Bogotá hacia Venezuela.
La reducción de las exportaciones hacia Venezuela afectó más a Bogotá que a Colombia. En 2008, Venezuela representaba el 37,0 % de las exportaciones bogotanas pero solo el 16,2 % de las colombianas (Gráfica 2). Posterior a 2015, estas participaciones tendieron a ser similares, siendo prácticamente iguales en 2018. Por otra parte, la participación de Bogotá en las exportaciones nacionales hacia Venezuela pasó de 21,8 % en 2008 a 25,9 % en 2021.
El número de productos únicos exportados hacia Venezuela disminuyó en el periodo 2008-2021, mientras que el número de productos exportados al mundo se ha mantenido estable. La Gráfica 3 muestra que, en 2008, Bogotá exportaba 608 productos a Venezuela, correspondientes al 63,5 % del total de productos y en 2021 exportó 363 que correspondió al 37,9 %. Adicional a la disminución de productos exportados, la canasta no ha variado significativamente porque de los 363 productos exportados en 2021, 304 también se exportaron en 2008 y solo 59 son diferentes.
Venezuela ha perdido protagonismo como destino de los productos de la capital colombiana. Este país pasó de ser el principal socio comercial en 2008 a ubicarse en el quinto puesto en 2010. En estos años, países como Ecuador, que ocupa la segunda posición desde 2010, han ganado relevancia; en 2016, Perú y México pasaron al tercer y cuarto lugar, respectivamente.
Si bien Bogotá disminuyó el número de productos y el valor exportado a Venezuela, una parte de esta reducción se compensó con el aumento de las exportaciones hacia Estados Unidos. En 2008, Venezuela era el principal destino de las exportaciones bogotanas, pero en 2010 fue sustituido por Estados Unidos y la brecha como destino de exportación entre los dos países se amplió con el tiempo. En 2008 se exportaron US$ 797 millones hacia Estados Unidos, 16,7 % de las exportaciones de la ciudad, mientras que en 2021 se exportaron US $ 1.301 millones, correspondientes al 38,9 % (Gráfica 4).
Al analizar con mayor detalle la canasta exportadora de Bogotá, Estados Unidos fue un destino sustituto de los productos exportados a Venezuela. Para este hallazgo, se realizó un seguimiento en el periodo 2008-2021 de los 395 productos exportados a Venezuela en 2008. Esta canasta se exportó a los mismos 5 países en 2008 y 2021, sin ningún nuevo destino entre los dos periodos: Venezuela, Estados Unidos, Ecuador, México y Perú. De esa canasta de 395 productos, en 2008 Bogotá exportó US$ 748 millones hacia Estados Unidos y este destino representó el 16,4 % del valor total exportado. En 2021, Bogotá exportó US$ 1.209 millones hacia Estados Unidos en productos pertenecientes a esa canasta, aumentando su participación con 39,4 % de las exportaciones (Gráfica 5). La participación de Venezuela en la canasta se redujo de 38,7 % en 2008 a 2,3 % en 2021.
Los productos exportados de Bogotá a Venezuela se clasifican en tres grupos: a) Se exportaron en 2008 y 2021, b) Solo se exportaron en 2008, y c) Solo se exportaron en 2021. A partir de esta agrupación es posible comparar a un mayor nivel de desagregación el año base (2008), con el último disponible (2021). Al analizar esta desagregación, se encuentra que en 2021 solo se exportaron 59 nuevos productos con respecto a la canasta de 2008.
En un contexto de restricciones al comercio entre Colombia y Venezuela, las exportaciones bogotanas no alcanzaron un mayor nivel de diversificación y sofisticación. La Tabla 1 indica que los productos exportados en 2008 y 2021 y los que se exportaron solo en 2008, corresponden en mayor proporción a manufacturas de baja tecnología, con un 34,5 % y un 32,6 %, respectivamente; mientras que en el tercer grupo (solo se exportaron en 2021), la mayor proporción se encuentra en manufacturas basadas en recursos naturales con un 38,9 %. A nivel agregado, las manufacturas exportadas a Venezuela, en particular las de alta tecnología, han reducido su participación en los últimos tres años, al pasar de 23,9 % en 2019 a 15,6 % en 2021 (Gráfica 6).
De manera paralela, la Gráfica 7 señala que la participación de productos no complejos en el valor total exportado hacia Venezuela ha aumentado en los últimos 6 años, al pasar de 19,6 % en 2016 a 51,2 % en 2021. Los productos complejos son aquellos con un ICE por encima de la mediana del ICE del listado de productos exportados en el mundo en el periodo 2019-2021 de acuerdo a los datos de Hausmann (2013).
En Tabla A.1 del Anexo 1, se encuentran los veinte primeros productos de 2008 según el valor exportado. Se destacaban algunos productos clasificados como complejos, por ejemplo, medicamentos, automóviles, autopartes y transformadores eléctricos. El valor de estos veinte primeros productos alcanzó US$ 937 millones y representó el 52,0 % del valor total exportado a Venezuela. Adicionalmente, en la Tabla A.2 del Anexo 1 se encuentran los diez principales productos, según valor total exportado, para cada uno de los tres grupos: a) Se exportaron en 2008 y 2021, b) Solo se exportaron en 2008, y c) Solo se exportaron en 2021.
Uno de los retos para la economía bogotana consiste en recuperar el mercado venezolano y acercarse al escenario base de 2008. Esta recuperación debe tener en cuenta las ventajas competitivas de la ciudad, de tal manera que no solo se logre recuperar el valor exportado a Venezuela en 2008, sino que los productos correspondan a la vocación exportadora de la ciudad. Para esto, se propone hacer uso del Índice de vocación exportadora calculado en la SDDE (2023), el cual es una herramienta para identificar productos de mayor relevancia y que contribuyen en mayor medida al crecimiento y sofisticación de la economía.
De los 20 productos priorizados por el Índice de vocación exportadora, 16 se exportaron a Venezuela en 2008 (Tabla 2). Estos productos cuentan con el potencial de recuperar el mercado venezolano y constituyen una oportunidad para afianzar las ganancias del comercio internacional.
Adicionalmente, se consideran productos de alta relevancia aquellos con mayor valor exportado y mayor índice de priorización. Para esto, se clasificaron los productos exportados de acuerdo al valor exportado a Venezuela (en 2008 y 2021) y al Índice de priorización. Aquellos con un valor de exportación y un Índice de priorización por encima de la mediana corresponden a los de mayor relevancia económica y a la vez tienen mayor vocación exportadora y, por tanto, tienen mayor potencial para incrementar y complejizar las exportaciones de la ciudad. La Gráfica 8 muestra un filtro para los veinte primeros productos de este conjunto (por su valor exportado) y su correspondiente Índice de priorización. Los productos catalogados en automóviles de turismo, transformadores eléctricos, camisetas, automóviles de transporte, autopartes, ropa interior, bisutería, armarios, tejidos de algodón, refrigeradores y vajillas representan una oportunidad de mercado dado que se encuentran en el panel A (año 2008), pero no en el Panel B (año 2021) de la Gráfica 8.
Venezuela es un mercado con grandes oportunidades de crecimiento para el empresariado bogotano dada la pérdida del comercio de los últimos quince años. Si las exportaciones de Bogotá a Venezuela hubiesen seguido la tendencia de crecimiento del valor de las exportaciones del resto de destinos, 1,8 % promedio anual, Bogotá hubiese exportado en 2021 US$ 1.920 millones, lo cual representaría un crecimiento del 8,7 % con respecto a 2008. Teniendo en cuenta que en 2021 se exportaron US$ 82 millones, se estima un mercado potencial de US$ 1.838 millones (1.920 millones como valor potencial – 82 millones realmente exportados en 2021).
Aunque la apertura de la frontera es un primer paso importante, el incremento de las exportaciones de Bogotá hacia Venezuela también depende de otros factores. En primer lugar, la situación económica de Venezuela. Aunque esta ha mostrado recientemente señales de recuperación tras varios años de fuertes restricciones, es incierto si la capacidad adquisitiva de los habitantes aumentará. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI,2022), el PIB de Venezuela crecerá 6,5 % en 2023 después de haberse contraído en el período comprendido entre 2014 y 2019. Esta recuperación se debe principalmente a un aumento de los precios del petróleo, la cual ha estado acompañada de medidas del gobierno venezolano para mejorar su situación fiscal y reducir la inflación. Además, se requiere fomentar la diversificación económica y reducir la dependencia del petróleo.
En segundo lugar, la infraestructura que permite la exportación de bienes hacia el país vecino se ha depreciado. La frontera entre Colombia y Venezuela ha estado cerrada durante varios años, lo que ha afectado el estado de las carreteras, puentes y otros elementos de la infraestructura de transporte (Rodríguez, 2023). Además, la falta de inversión en este rubro ha generado problemas en la capacidad de transporte, almacenamiento y distribución de bienes hacia Venezuela.
Tercero, los temas de seguridad requieren la cooperación activa entre los gobiernos nacionales y locales. Dada la presencia de grupos armados en ambos lados de la frontera, es necesario restablecer una agenda de trabajo que aborde los problemas subyacentes que han permitido la proliferación de actividades ilegales (Pereira, 2022). Esto puede generar un ambiente de confianza y colaboración entre los dos países, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la inversión y el comercio entre Bogotá y Venezuela.
El cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela desde 2008 hasta 2022 ha sido el resultado de una combinación de factores económicos, políticos y diplomáticos. La crisis económica en Venezuela y la tensión política entre los dos países han generado una situación difícil para las exportaciones bogotanas hacia el país vecino.
La reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela presenta tanto retos como oportunidades para la recuperación de las exportaciones bogotanas hacia este país. Aunque la situación económica y política de Venezuela ha sido crítica, Bogotá tiene la oportunidad de diversificar y complejizar su oferta de productos y servicios hacia este destino.
La velocidad en la recuperación del comercio entre Bogotá y Venezuela depende de múltiples retos a superar, dentro de los cuales se destacan aquellos relacionados con infraestructura, seguridad y el entorno económico del vecino país.
Aunque la economía venezolana enfrentó desafíos significativos en los últimos años, se observan señales de recuperación en 2022 y se espera que estas tendencias positivas continúen en 2023. Un escenario de mayor crecimiento económico y de cooperación entre las autoridades de los dos países, permitiría acelerar la demanda de productos bogotanos, aprovechando que la ciudad está en la capacidad de ofrecer al vecino país los productos en los cuales tiene vocación exportadora.
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