En julio la inflación de Bogotá fue de 0,32 % debido a la recuperación del gasto de los hogares de la ciudad.
Los precios de las divisiones de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles aportaron la mayor contribución a la variación del IPC en Bogotá con 0,10 p.p.
Los ingresos del sector gastronómico en la ciudad reflejaron un aumento de 0,84 %, resultado de la reapertura total de restaurantes.
Asociado a la reactivación económica de la ciudad, la división de restaurantes y hoteles presentó la mayor variación de precios, ubicándose en 0,83 %, seguida de recreación y cultura con 0,57 %.